Michelangelo Merisi, más conocido como Caravaggio, nació en Milán, Italia, en 1571 o 1573 (la fecha exacta no está confirmada). Desde una edad temprana, mostró un talento excepcional para el arte, lo que lo llevó a trasladarse a Roma a principios del siglo XVII para buscar oportunidades como pintor
En Roma, Caravaggio pronto llamó la atención con su estilo innovador y provocativo. Su dominio del claroscuro, una técnica que contrasta fuertemente luces y sombras para crear dramatismo, así como su enfoque naturalista y realista en la representación de figuras humanas, lo distinguieron como un artista único en su época.
A pesar de su éxito artístico, Caravaggio llevó una vida tumultuosa y marcada por
numerosos enfrentamientos. Se vio involucrado en peleas callejeras, escándalos y
enfrentamientos legales, lo que lo llevó a ser encarcelado en varias ocasiones.
En 1606,
huyó de Roma después de matar a un hombre en una pelea y pasó los últimos años de su
vida en un exilio tumultuoso, viajando entre Nápoles, Malta y Sicilia.
A lo largo de su carrera, Caravaggio produjo una notable cantidad de obras maestras que
reflejan su estilo distintivo y su visión única del arte. Su legado artístico perdura
hasta nuestros días, y su influencia se extiende a través de generaciones de artistas
posteriores.
Caravaggio falleció en misteriosas circunstancias en 1610,
dejando tras de sí un legado artístico que continúa siendo estudiado, admirado y
celebrado en todo el mundo.