La llegada de los videos verticales ha tenido un impacto significativo en otros formatos de video, transformando no solo cómo se consume el contenido, sino también cómo se produce y distribuye. A continuación, se detallan los principales efectos:
Los videos horizontales, tradicionalmente dominantes en plataformas como YouTube y en producciones cinematográficas, han visto reducida su preeminencia debido al auge de los formatos verticales. Plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat han popularizado el consumo de contenido en vertical, especialmente en dispositivos móviles, donde este formato ocupa toda la pantalla sin necesidad de rotar el dispositivo. Incluso YouTube, que históricamente ha priorizado el formato horizontal, ha introducido funciones como YouTube Shorts y pruebas para reproducir videos verticales a pantalla completa en televisores, adaptándose a esta tendencia.
Las marcas y creadores de contenido han tenido que ajustar sus estrategias para incluir formatos verticales, ya que estos generan hasta un 20% más de conversiones en campañas publicitarias. Además, plataformas como Google Ads recomiendan diversificar las creatividades, incluyendo videos verticales (9:16), cuadrados (1:1) y horizontales (16:9), para optimizar el rendimiento en diferentes dispositivos y contextos
La necesidad de adaptar contenido horizontal a vertical (o viceversa) ha llevado al desarrollo de herramientas y técnicas específicas. Aplicaciones como InShot, Quik y Adobe Premiere Pro ofrecen funciones para recortar, reencuadrar y ajustar videos automáticamente, manteniendo al sujeto principal visible. Sin embargo, este proceso puede implicar pérdida de calidad o áreas desaprovechadas si no se planifica correctamente.
Los videos verticales ofrecen una experiencia más inmersiva en dispositivos móviles, ocupando hasta el 75% de la pantalla en plataformas como YouTube sin necesidad de activar el modo pantalla completa. Esto ha influido en el diseño de interfaces, como la de YouTube Shorts en televisores, donde la información complementaria (como títulos y botones de interacción) se muestra en los laterales para no interferir con el contenido.
Aunque los formatos verticales son ideales para móviles, presentan desafíos en otros
dispositivos.
Por ejemplo, al reproducirse en pantallas horizontales (como televisores),
pueden aparecer bandas negras a los lados. Además, la composición visual debe
adaptarse a un encuadre más estrecho, lo que requiere repensar técnicas como la regla de
los tercios.
Los videos verticales no han eliminado otros formatos, pero han redefinido su relevancia. Mientras que el horizontal sigue siendo clave para producciones cinematográficas o YouTube tradicional, el vertical domina en redes sociales y contenido móvil. La coexistencia de ambos ha impulsado la creación de herramientas y estrategias híbridas, reflejando una evolución hacia contenidos más versátiles y adaptables.