El 5 de agosto de 1962, el mundo se estremecía con una noticia que aún resuena como un eco en la historia de Hollywood: Marilyn Monroe, el símbolo sexual más famoso del siglo XX, había muerto a los 36 años. Oficialmente, de una sobredosis de barbitúricos. Pero, ¿fue realmente un accidente? ¿O la muerte de Marilyn oculta secretos que aún no han sido revelados?
Marilyn fue encontrada sin vida en su residencia de Brentwood, California. Estaba completamente desnuda, en su cama, con el teléfono descolgado. La versión oficial señaló "probable suicidio" por ingestión de Nembutal y cloral hidrato, dos potentes sedantes. Sin embargo, las inconsistencias comenzaron a surgir desde el primer momento.
El informe forense no encontró restos de pastillas en su estómago, y su ama de llaves esperó horas antes de llamar a la policía. Además, según testigos, la escena del crimen fue manipulada antes de la llegada de las autoridades. Algunos vecinos incluso afirmaron haber visto ambulancias antes de la hora oficial del hallazgo. ¿Quién quería ocultar algo?
Durante años, se especuló que Marilyn mantenía relaciones con el presidente John F. Kennedy y su hermano, el fiscal general Robert Kennedy. Se dice que la actriz sabía demasiado sobre temas delicados del gobierno estadounidense, y que incluso grababa sus conversaciones privadas. ¿Fue silenciada por lo que sabía?
Las teorías son múltiples:
Marilyn Monroe no solo fue una estrella; fue un ícono cultural, atrapada entre el deseo
del público y las sombras del poder. Su muerte dejó más preguntas que respuestas,
convirtiéndola en un símbolo no solo de belleza, sino también de vulnerabilidad y
misterio.
Y quizás, en algún rincón de la verdad, aún quede alguien que conoce lo que realmente
sucedió aquella noche.