El bioquímico David Baker de la Universidad de Washington ganó una parte del Premio Nobel de Química de este año por más de dos décadas de descubrimientos sobre la estructura molecular de las proteínas, descubrimientos que han llevado a nuevas terapias médicas, nuevos materiales y nuevas empresas.
Nació en Seattle, Washington, en 1962 y es conocido por ser pionero en métodos para
diseñar proteínas y predecir sus estructuras tridimensionales.
Baker es director del Instituto de Diseño de Proteínas de la Universidad de Washington y
ha cofundado más de una docena de empresas de biotecnología.
También ha sido incluido en
la lista de la revista Time que reúne a las 100 personas más influyentes en el ámbito de
la salud en 2024.
Su investigación se centra en el desarrollo de métodos computacionales para predecir y
diseñar estructuras y funciones de proteínas ayudado por la Inteligencia Artificial.
Ha desarrollado el algoritmo Rosetta para
la predicción de la estructura de proteínas ab initio, que se ha convertido en una
herramienta para el diseño de proteínas.
Ab Initio es un paquete de software diseñado específicamente para el procesamiento y
análisis de datos
Diseño de proteínas:
Ha desarrollado métodos para diseñar proteínas con funciones
específicas.
Predicción de estructuras:
Ha creado algoritmos para predecir la estructura
tridimensional de proteínas.
Rosetta@Home:
Ha desarrollado un proyecto de computación distribuida para la
predicción de estructuras de proteínas.
Foldit:
Ha creado un juego de computadora para diseñar proteínas.
Baker compartió el Premio Nobel de Química 2024 con Demis Hassabis y John Jumper,
quienes también han hecho contribuciones significativas en el campo del diseño
computacional de proteínas.
Su trabajo en el
diseño computacional de proteínas es verdaderamente innovador y ha abierto nuevas
puertas para la investigación y el desarrollo en áreas como la medicina y la
biotecnología.